En el primer episodio de la segunda temporada del podcast Todo Suma, nos sumergimos en el intrigante mundo del Earthing y exploramos cómo el contacto directo con la tierra puede transformar tu vida. Puedes leer un resumen de la información aquí o escuchar el episodio en spotify, iTunes o ver la grabación en Youtube.
¿Qué es el Earthing?
El «grounding» o «earthing» implica poner la piel en contacto directo con la tierra, ya sea caminando descalzo sobre la hierba o la arena, o sumergiéndose en las aguas del mar. Según los defensores de esta práctica, el earthing equilibra el ritmo circadiano, reduce la inflamación, mejora el sueño y relaja los músculos, entre otros beneficios.
¿Por qué puede ser necesario el Earthing?
En la actualidad, vivimos en un entorno que nos aísla de la superficie terrestre. La mayoría del calzado que usamos tiene suelas aislantes, habitamos en edificios construidos con materiales no conductores, y cuando vamos a la playa o hacemos un picnic, solemos usar mantas o esterillas de plástico para evitar ensuciarnos, desconectándonos inadvertidamente de los electrones libres que recubren la superficie de la tierra.
Según los autores de «Earthing: The Most Important Health Discovery Ever?» (2010), esta constante desconexión contribuye a niveles elevados de cortisol, inflamación crónica y estrés oxidativo. Así, el grounding se presenta como una solución simple y asequible para restaurar el equilibrio.
¿Por qué afecta a nuestro organismo vivir aislados de la superficie de la tierra?
La respuesta radica en que somos seres bioeléctricos.
Aunque reconocemos que nuestro cuerpo está compuesto por un sistema biomecánicos como huesos, músculos y tendones que nos proporcionan estructura y movilidad, detrás de cada movimiento, acción, sensación y pensamiento hay un impulso eléctrico. El ritmo cardíaco, por ejemplo, es marcado por una descarga eléctrica del cerebro. Cada pensamiento, sensación y movimiento depende de miles de pequeñas descargas eléctricas entre las neuronas.
Consideremos también que nuestro cuerpo está envuelto por una matriz viva, una red de tejidos, colágeno, plasma y citoplasma (todos materiales semiconductores) que permiten que las corrientes eléctricas conecten todas las partes del cuerpo, llegando hasta el interior de cada célula.
Desde esta perspectiva, podemos imaginar cómo un flujo de electrones que pasa directamente de la superficie de la tierra al cuerpo, puede influir en el funcionamiento de las 37 billones de células que nos componen.
Pero, hablemos más detalladamente sobre este flujo de electrones en la superficie de la Tierra.
¿Cómo adquiere la tierra este exceso de electrones?
La tierra obtiene una carga negativa mediante procesos naturales que involucran interacciones con el sol y la atmósfera. La radiación solar es uno de los mecanismos principales. Cuando la luz solar alcanza la atmósfera terrestre, interactúa con moléculas y átomos, generando electrones libres.
Además, la Tierra puede ganar electrones directamente mediante procesos como la actividad de tormentas eléctricas. Durante una tormenta, las descargas eléctricas transfieren electrones de las nubes a la Tierra, acumulando una carga negativa en la superficie terrestre.
La idea del earthing es que, al conectar nuestro cuerpo directamente con la tierra, ya sea tocando el suelo con la piel desnuda o utilizando dispositivos conductores, esos electrones libres pasan directamente de la tierra al cuerpo, generando una serie de beneficios como la reducción del estrés oxidativo.
¿Qué es el estrés oxidativo y cómo afecta a la salud celular el earthing?
El estrés oxidativo es un proceso biológico que ocurre dentro de nuestras células y desempeña un papel crucial en el envejecimiento y el desarrollo de diversas condiciones de salud. Para comprender el concepto de estrés oxidativo, usemos la analogía de la respiración celular.
Nuestras células experimentan un proceso llamado respiración celular, similar a cómo nosotros respiramos para extraer oxígeno del aire. Durante esta respiración celular, nuestras células combinan oxígeno con glucosa para producir energía (ATP), generando radicales libres en el proceso. Los radicales libres son moléculas altamente reactivas con electrones desparejados, volviéndolas inestables y propensas a causar daño a las estructuras celulares.
Aquí es donde entra el estrés oxidativo. Cuando se interrumpe el equilibrio entre radicales libres y antioxidantes (moléculas como la vitamina C y E que neutralizan los radicales libres) y hay un exceso de radicales libres, se produce el estrés oxidativo. Este desequilibrio puede llevar al daño de proteínas, lípidos e incluso a nuestro ADN.
En este contexto, el earthing entra en juego: al conectar nuestros cuerpos a la tierra, absorbemos electrones que actúan como antioxidantes, neutralizando radicales libres y reduciendo el estrés oxidativo.
Pero el estrés oxidativo no es el único beneficio potencial del earthing.
Explorando los estudios científicos sobre los posibles beneficios del earthing
Aunque la investigación en esta área está en sus primeras etapas, algunos estudios señalan beneficios asociados con la conexión directa a la tierra.
Un estudio titulado «Earthing (grounding) the human body reduces blood viscosity—a major factor in cardiovascular disease» (Journal of Alternative and Complementary Medicine, 2013), sugiere que la conexión directa con la tierra puede mejorar la calidad del sueño al reducir la viscosidad sanguínea, un factor relevante en enfermedades cardiovasculares.
Otro estudio, «The effects of grounding (earthing) on inflammation, the immune response, wound healing, and prevention and treatment of chronic inflammatory and autoimmune diseases» (Journal of Inflammation Research, 2015), indica que el earthing puede contribuir a reducir la inflamación y ofrece perspectivas sobre su aplicación en enfermedades inflamatorias crónicas y autoinmunes.
También hay estudios que sugieren que el earthing puede influir en la respuesta del cuerpo al estrés, al reducir los niveles de cortisol durante el sueño. Un ejemplo es el estudio «The biologic effects of grounding the human body during sleep as measured by cortisol levels and subjective reporting of sleep, pain, and stress» (Journal of Alternative and Complementary Medicine, 2004).
Incluso el sistema nervioso puede ser modulado por el earthing. Según el estudio «Earthing (grounding) the human body influences physiologic processes» (Journal of Alternative and Complementary Medicine, 2012), estar en contacto directo con la tierra tiene el potencial de equilibrar las respuestas simpáticas y parasimpáticas, lo que podría tener beneficios para la salud mental y emocional.
Aunque es esencial abordar estos hallazgos con optimismo cauteloso, a la espera de una validación científica más completa, la práctica del earthing ofrece una vía natural, accesible, simple e intrigante para explorar el papel que el contacto directo con la tierra puede tener en la neutralización del estrés oxidativo, contribuyendo al equilibrio celular y, en última instancia, influyendo en nuestra salud y vitalidad general.
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